Consiste en la disminución paulatina de la visión conforme las células de la retina se van degenerando; se observa primeramente ceguera por las noches que avanza lentamente a ceguera diurna en cuestión de semanas o a veces días.
Generalmente se manifiesta entre los 3 y 5 años de edad y su origen es hereditario en determinadas razas y sus cruzas.
Se diagnostica mediante la exploración oftálmica directa e indirecta que revela disminución del calibre de las venas y arterias de la retina hasta su desaparición, aumento del reflejo del fondo del ojo, dilatación permanente de la pupila y muchos otros cambios internos más que se identifican por medio de estudios y aparatos específicos.
No existe tratamiento para esta enfermedad de la retina.