El Cristalino es una estructura interna del ojo en forma de un botón pequeño abombado en sus dos caras y que como su nombre lo indica debe ser totalmente transparente en condiciones normales, tanto en su cápsula como en su interior, donde se encuentra lleno de una proteína de consistencia de gel.
Su opacificación conduce a ceguera por impedir el paso de la luz. La función del cristalino es dar protección a la retina de los rayos ultravioleta de la luz; con su movimiento dar enfoque de las imágenes al acercarse o retirarse de ellas, y dirigir en forma adecuada la luz a la retina.
La catarata consiste en la opacidad del contenido del cristalino, y su origen puede ser hereditario como causa primaria, o relacionada con alguna otra enfermedad ocular; también por enfermedades internas del organismo a las que se les considera como causa secundaria de catarata.
Actualmente no existen medicamentos curativos, por lo que la única solución es quirúrgica, y consiste en extraer su contenido, siendo el método más moderno, efectivo, y menos invasivo, la Faco-emulsificación. Para esto se requiere valorar previamente al paciente, con la finalidad de conocer el grado de madurez de dicha catarata, ya que puede ser incipiente, madura o hipermadura, con diferente grado de dureza cada una de ellas, y que pudiera ser impedimento para su extracción.