El cristalino es una de las estructuras internas del ojo, se encuentra por detrás del iris y la pupila, es de forma circular como un botón de aproximadamente 1 cm de diámetro según el tamaño y raza de la mascota, sus caras son abombadas y es completamente transparente ya que juega un papel muy importante ópticamente al permitir el paso y dirigir la luz a la retina.
También protege a la retina de la luz ultravioleta y una función muy importante que realiza, es el enfoque de las imágenes, esto gracias al movimiento que le permiten los ligamentos zonulares de donde pende, a manera de resortes alrededor de su circunferencia. Es aquí en estos ligamentos zonulares donde se origina la luxación, ya que al romperse, hay un desprendimiento parcial o total del cristalino y que a su vez podrá ser hacia adelante o hacia atrás del iris y en este caso migrar hacia el fondo del ojo.
La causa principalmente es hereditaria y suele afectar los dos ojos, aunque no siempre a la vez; otras causas pueden ser por consecuencia de glaucoma, catarata o traumatismos.
El tratamiento consiste en la extracción quirúrgica inmediata del cristalino luxado, ya que los casos con atención temprana tienen mejor pronóstico.